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Enfermedad Inflamatoria Intestinal

Enfermedad Inflamatoria Intestinal:

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (E.I.I.) es una inflamación crónica de origen autoinmune que afecta al tracto digestivo, evolucionando en brotes (fases activas) y periodos de remisión (fases inactivas). Aunque la causa de estas patologías es desconocida, se cree que puede deberse a la interacción de factores genéticos, ambientales y a cambios en la microbiota intestinal.

La E.I.I. engloba dos patologías principales: la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa. Ambas alteran la capacidad del organismo para absorber nutrientes y comparten características clínicas y patológicas. Algunos síntomas comunes son diarrea, sangre en las heces, cansancio, dolor abdominal, pérdida de apetito, pérdida de peso y fiebre.

En España, se estima que más de 300.000 personas están diagnosticadas con E.I.I., de las cuales más de 2.000 residen en el área sanitaria de la ciudad de Vigo.

Diagnóstico:

En la mayoría de los casos el diagnóstico de estas problemáticas vienen tras la realización de ciertas pruebas como pueden ser:

  • Historia Clínica y Examen Físico:
    • Recolección de síntomas: diarrea, dolor abdominal, sangre en las heces, pérdida de peso, fatiga.
    • Examen físico: búsqueda de signos de inflamación y dolor abdominal.
  • Pruebas de Laboratorio:
    • Análisis de Sangre: Anemia, marcadores de inflamación y deficiencias nutricionales.
    • Análisis de Heces: descartar infecciones y calprotectina fecal (marcador de inflamación intestinal).
  • Endoscopia:
    • Colonoscopia: visualización del colon y el recto y toma de biopsias.
    • Endoscopia Digestiva Alta: examen del esófago, estómago e intestino delgado (en casos sospechosos de Enfermedad de Crohn).
  • Pruebas de Imagen: resonancia Magnética (RM) o Tomografía Computarizada (TC) y enterografía por RM o TC:
  • Biopsia: Análisis histológico de las muestras de tejido tomadas durante la endoscopia.
  • Pruebas Adicionales: Estudios de tránsito intestinal, Cápsula endoscópica, ecografía abdominal y/o análisis genéticos

Tratamientos:

Aquí cabe destacar que cada paciente tenemos unas necesidades específicas y que estas tienen que ser valoradas por el especialista y consensuadas con el paciente.

Es importante tener en cuenta que no todos los tratamientos tienen un efecto inmediato, y que es muy importante mantener las pautas médicas que nos han indicado para su mayor eficacia, o el cambio a otro tipo de tratamientos.

Normalmente se inicia con tratamientos donde se emplean el ácido 5-aminosalicílico y antibióticos. Continuando con el tratamiento con corticoides hasta llegar a los denominados tratamientos biológicos o incluso cirugía.

Estos tratamientos no tienen por que seguir un orden, e incluso pueden usarse más de una opción a la vez, siguiendo siempre las indicaciones médicas.

Alimentación:

No existe una dieta específica en estos casos, aunque sí se recomienda realizar una dieta blanda o pobre en residuos en situación de brote, y será el propio paciente el que, según su mejoría, vaya ampliando dicha dieta y probando que tipo de alimentos son los que tolera y cuáles no.

Enfermedad de Crohn:

La Enfermedad de Crohn es una dolencia inflamatoria crónica que puede afectar cualquier parte del aparato digestivo, desde la boca hasta el ano, y se manifiesta de forma intermitente. Los síntomas más significativos son dolor abdominal tipo cólico, diarrea, incontinencia fecal, sangrado rectal, pérdida de peso, anemia y fatiga. También puede presentar síntomas extraintestinales que afectan la piel (eritema nodoso, pioderma gangrenoso, estomatitis aftosa), las articulaciones (artritis, espondilitis, sacroileitis, osteoporosis), la vía biliar, los ojos (epiescleritis y uveítis) y la boca (aftas). La inflamación recurrente y crónica puede llevar a complicaciones como obstrucciones intestinales, fístulas, úlceras o abscesos.

Colitis Ulcerosa:

La Colitis Ulcerosa (CU) es una afección que provoca inflamación y úlceras en el colon y el recto. Los síntomas principales de la enfermedad activa son dolor abdominal y diarrea, que puede estar acompañada de sangrado. Otros síntomas incluyen pérdida de peso, anemia y fiebre. Las complicaciones pueden incluir una dilatación anormal del colon (megacolon), inflamación de los ojos, las articulaciones o el hígado, y un mayor riesgo de cáncer de colon. En comparación con la Enfermedad de Crohn, la Colitis Ulcerosa se limita al colon y al recto y afecta principalmente la capa interna del intestino.